lunes, 2 de febrero de 2009

artesania

Nidos de Antophoras

En la mayor parte del territorio de la islas orientales aparecen unas pequeñas vasijas de 2-3 cm. de longitud , testigos de una frenética actividad de himenópteros que hace cientos , tal vez mil o dos mil años que los confeccionaron. Estos insectos desaparecieron y solo queda de su trabajo esos curiosos receptáculos.
El neolítico europeo también pasó hace varios miles de años .En canarias se continuó con una técnica neolítica y tal vez no hace tanto tiempo , tal vez el que ha pasado desde que las abejas realizaran los nidos de anthophoras.
Con esa técnica realizaban las piezas para el uso cotidiano y los rituales, los aborígenes canarios, antes de la conquista de las islas por los castellanos. Posteriormente, los isleños canarios se vieron obligados a imitar las formas impuestas por los colonizadores; pero la técnica continuó viva…….
Gracias a personas como Panchito o Antoñita de la Atalaya de Sta. Brígida en Las Palmas de Gran Canaria conocemos hoy en día los procesos de elaboración y los pequeños secretos de una técnica que pervive , no vacía como los nidos , sino llena de ilusión y transformándose como la larva que contenían.
Pero ¿Cómo vivir de una técnica que se desarrolló en otra época y con otro concepto del tiempo y el espacio? ¿Cómo competir con la rueda del alfarero o con el molde o con las replicas de alfareros y cursillistas aviesos? ¿A como vendes ese alma que le has puesto y de la que te has ido empapando lentamente con cada trozo de resto aborigen que te has encontrado a lo largo te tu vida? ¿Quién te la compra? ¿Por cuanto? ¿Cuántas tienes que hacer para tener un salario digno? ¿Las menguamos y las vendemos como souvenir en Lilliput?
Porque además en esa otra época no existían profesionales de la alfarería, las mujeres, que eran las alfareras, poseían los conocimientos al igual que otras técnicas y las desarrollaban según las necesidades de la comunidad y posiblemente, se cambiaran por otros objetos necesarios.
Otra cuestión tanto o mas importante que las anteriores y por la que he querido dedicarme a este trabajo, es la del disfrute con la realización del mismo.
¿Se podría considerar como oficio o profesión?
Un profesional es una persona que practica habitualmente una actividad, incluso delictiva, de la cual vive. Y un oficio es una ocupación habitual. Esta última encaja mejor pero……… ¿se puede vivir exclusivamente del trabajo con una técnica neolítica en pleno siglo XXI? o ¿entramos en la dinámica de la cultura de la queja para poder subsistir y nos den unas subvenciones?
Cuestiones que me planteo desde que conocí a Panchito allá por el año 73…………………….



J. Silverio López Márquez
La Atalaya de la Rosa del Taro