Cuando compré la casa jamás pensé que se podría convertir en una pesadilla. O en un agujero negro, en la tierra. Absorbe el tiempo, la energía y lo material también, como el dinero.
Me hacen gracia los amigos que se compran una casa y a la primera reforma están que se suben por las paredes. Que si el albañil no lo entiende, el precio de los materiales, las reformas de las reformas, etc.
Porque con los albañiles pasa, que si sabe, sabe demasiado y lo quiere hacer como el cree que se debe hacer y si no sabe, pues eso, no sabe y además cree que sabe y te lo intenta demostrar continuamente.
Mi experiencia como peón albañil es dilatada, de muchos años, además de la de promotor. He pasado por todos los niveles en la construcción. Y sigo sin enterarme de nada.
El sueño que se convirtió en pesadilla tiene sus otros estados reconfortantes, cuando me reconcilio con la casa y conmigo.
Cuando sales a la puerta y después de 23 años viviendo en la misma casa el paisaje que observas, que es bastante amplio, sigue sin cambios. El cambio tal vez es interior
¡Es el mismo¡ No se ha transformado en semilleros de cajas de cemento.
Si. Es un lujo vivir en una casa como la mía, pero es un lujo que tienes que mantener a diario y eso pasa factura.
Al lujo del lugar se une los inconvenientes de acceder a la luz, al agua, la carretera de acceso.
A pesar de estar ubicada en el centro de la isla y a 12 Km. de Puerto del Rosario todo pasa de lejos. Pasa a 5 km el agua y a 3 km la luz.
Pero como en la zona somos pocos , no somos ganaderos y se nos ve el plumero, tú yamentiendes. Somos como invisibles.
Ya hace 10 años que tenemos luz con placas solares y el agua en cubas que sale un pico y gracias al sistema de depuración ya podemos plantar algún que otro arbolito…
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